Japón anuncia fin a su política de subsidios al arroz después de cuatro décadas
Gobierno busca elevar la eficiencia agrícola y remover los obstáculos para lograr acuerdos comerciales como el TPP.
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Por Constanza Morales H.
Las 1,2 millón de granjas de arroz que existen en Japón corren el riesgo de desaparecer. El gobierno del primer ministro Shinzo Abe aprobó un plan para terminar con la política de subsidios al sector que ha existido durante los últimos 43 años y así permitir un desarrollo más eficiente de este rubro.
El ministro de Agricultura, Yoshimasa Hayashi, informó ayer que el sistema “gentan”, que consiste en proteger a los pequeños cultivadores de arroz al limitar su producción y entregarles subvenciones, será eliminado en los próximos cinco años. Los subsidios serán recortados a la mitad en el año fiscal 2014 y abandonados completamente durante el año fiscal 2018.
“Me gustaría presionar por una gran reforma a la política agrícola”, afirmó ayer Abe. El primer ministro agregó que “eliminaré las políticas que vayan en contra de las reformas estructurales”.
El jefe de la cartera de Agricultura detalló que los proyectos serán enviados al congreso a inicios del próximo año.
El cambio podría estimular la consolidación de pequeñas fincas de arroz en campos más grandes a medida que Abe busca aumentar la eficiencia agrícola y remover los obstáculos que impiden lograr pactos de libre comercio, incluyendo la Transpacific Partnership.
“Espero que se produzca más desregulación que sea consistente con transformar la agricultura en una industria”, aseguró el ministro de Economía, Akira Amari.
“Terminar con la política ‘gentan’ es un primer paso en hacer que el cultivo de arroz sea eficiente”, comentó a Bloomberg Takaki Shigemoto, analista de materias primas de la firma de investigación JSC. El experto advirtió que “el gobierno tiene que hacer más si es que quiere que los agricultores japoneses sean competitivos frente a los países agrícolas exportadores”.
Menor consumo
Desde 1970, los pequeños agricultores han recibido un subsidio de 15 mil yenes (US$ 148) por 1.000 metros cuadrados de tierra. La idea era apoyar los precios al fijar metas de producción anuales que igualaran las estimaciones de demanda. A medida que el país se enriqueció y la gente empezó a comer menos arroz, las metas se redujeron y el Estado les pagó a los granjeros que acordaban sembrar menos granos.
La meta para 2013 fue un mínimo de 7,91 millones de toneladas métricas, lo que se compara con una demanda proyectada de 7,86 millones de toneladas.
Bajo el nuevo sistema, los granjeros podrán decidir los volúmenes de producción basándose en los pronósticos de oferta y demanda del gobierno.
División dentro del Boj
Las minutas de la última reunión del Banco de Japón (BoJ, su sigla en inglés) revelaron que los miembros están divididos respecto de su ambiciosa meta de inflación y algunos de ellos alertaron sobre los riesgos a la baja.
"Un miembro afirmó que aún no se podía juzgar que la economía de Japón estaba en camino para lograr la meta de precio de 2% del BoJ como se esperaba", decía el texto.
Tres de las nueve autoridades se opusieron a los optimistas pronósticos del organismo.